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YOGA PARA NIÑOS, ¿QUÉ ES Y POR QUÉ?

Como estamos viendo de un tiempo a esta parte, el yoga está en pleno auge, cada vez somos más los adultos que elegimos el yoga como actividad complementaria en nuestra vida, sabiendo que son muchos los beneficios que esta práctica milenaria nos aporta, tanto física, mental como emocionalmente.
Y entonces, ¿por qué no puede ser bueno también para los más pequeños? ¿Qué beneficios pueden sacar de esta práctica? ¿De qué trata el yoga para niños?
¿Qué es el yoga para niños?
Hacer yoga no tiene por qué ser serio y menos con los niños. Saber buscar la esencia de yoga y todo su beneficio ha de ser un juego. El yoga no necesita basarse en más creencia que la búsqueda personal de bienestar y equilibrio personal. Sabemos que los niños tienen muchísima actividad e iniciativa, por eso será suficiente un estímulo que llame su atención para que quieran participar y seguro repetir esta práctica.
A pesar de esta predisposición, es cierto que los niños y niñas tienen poco tiempo de concentración y de atención, por lo que en las clases de yoga para niños, los profesores o instructores hemos de estar preparados para intuir lo que necesitan en cada momento, e improvisar y motivar con actividades de lo más variadas y especiales. Es por esto, que estas sesiones no se parecen mucho a las clases de yoga a las que los adultos acudimos, pero si aportan e introducen para conseguir las mismas metas. Las clases de yoga para niños son activas, participativas, divertidas y llenas de imaginación y magia, con juegos, canciones y dinámicas de lo más variadas, viajes imaginarios y meditaciones muy creativas.
Es posible que al final de una clase de yoga para niños, salgan del aula súper tranquilos o por el contrario, llenos de energía, con las pilas recargadas, esto no es negativo, no quiere decir que no les esté sirviendo para mucho, ya que ocurre porque es la esencia natural del niño, es su ritmo natural.
¿Qué beneficios tiene el yoga para niños?
Cuando los niños y niñas practican yoga, comienzan a tomar conciencia de su cuerpo, de cada parte de él, de cómo se sienten, de cómo están respecto del espacio, de si les duele, les pica o les agrada una cierta postura. Esto es positivo tanto para conocerse a uno mismo como para adoptar buenas posturas en su vida diaria, costumbres que en un futuro no muy lejano harán que no tengan problemas de espalda o de rodillas, por ejemplo. Es decir, los niños y niñas que practican a menudo yoga infantil conseguirán tener una base física solida para su vida adulta.
- A nivel físico, además de una correcta alineación postural, trabajan la flexibilidad que, si bien es cierto, de pequeños no están faltos de ella, con el paso del tiempo se va perdiendo por no ejercitarla lo suficiente. La fuerza, el equilibrio y la agilidad son fundamentales para realizar tareas cotidianas, como llevar la mochila al colegio o jugar en el parque, y estos factores también se refuerzan en ciertas asanas que practican de forma divertida en las clases de yoga infantil. Por otra parte, favorece que las funciones fisiológicas sean constantes, ayudando al trabajo del sistema respiratorio, digestivo, circulatorio y nervioso.
- A nivel mental, conectamos con nosotros mismos, algo muy importante en la sociedad de hoy en día. Los niños también sufren de estrés y de tensión, ellos se enfrentan a retos en su vida cotidiana que quizá para nosotros, los adultos, no sean difíciles pero hubo un día en que sí lo fueron. Recordad que todos hemos sido niños. Esto, unido a todo el tiempo que pasan sentados en el colegio, las actividades extra escolares, el vete de aquí para allá, las prisas… pueden hacer que su día a día sea explosivo. En las clases de yoga para niños se dan pistas de cómo bajar esos niveles, y ofrecen a los niños la posibilidad de pararse y pensar. La respiración es un punto clave para ello y fundamental en cualquier estilo de yoga que se practique. Unido a ello está la concentración y la atención, que poquito a poco irá aumentando y relajándoles. Uno de los objetivos en estas clases es que se conozcan y sepan cuando necesitan un poco de relax. En este nivel, mencionamos también la creatividad, la libertad de expresarse como quieran a través de diferentes medios, el dibujo, la música, la danza, la expresión corporal… Importantes para mover otro tipo de conexiones cerebrales.
- A nivel emocional son muchísimas las cosas positivas que el yoga infantil puede proporcionar a nuestros pequeños. La facilidad para expresar sentimientos, emociones y deseos, que quizá en otro contexto cueste exponer. Aprenden a ser pacientes y a canalizar la energía de forma positiva. Los conflictos son diarios en los niños, las nuevas situaciones y retos que les propone la vida son decisivos y deben reaccionar ante ellos de manera sana y objetiva, lo que conlleva el aumento de su autoestima y autonomía. Por otro lado, la socialización también se ve beneficiada, ya que trabajarán en grupo o en pareja en diferentes dinámicas aprendiendo a respetar a sus compañeros, a valorarlos y a ver lo bueno que hay en cada persona, aun siendo muy diferentes entre ellos. Relacionarse de forma no competitiva con ellos, debe ser básico en una clase de yoga para niños, además trabajan en colaboración y cooperación.
YOGA PARA NIÑOS Y EDUCACIÓN
La importancia del yoga infantil radica en que se forma e impregna todas las capas del individuo. Se trata de un cambio en la educación de nuestros hijos. Nuestro exceso educativo de objetivos, notas, exámenes y contenidos no dejan paso a una educación vivencial y centrada en lo que pensamos, sentimos o en como aprendemos, una educación basada en lo que realmente son, niños.
Sabemos que aprenden jugando, es un hecho científico, estudiado y refutado en numerosos estudios. Por eso, necesitamos olvidar un poco esos requisitos que nos vienen impuestos y centrarnos en cada uno de los pequeños que tenemos en casa. Una educación para conseguir mejores profesionales, fijándonos en sus potenciales y dejándoles que lo liberen, mejores personas, que sepan cómo ser respetados y respetar al prójimo, y con ello viene unido la formación utópica de un mundo mejor.
Es la educación la que tiene los instrumentos para conseguirlo. Dejar que sean niños, que sean felices y que invadan con esa felicidad a todo su entorno.
Así que, si estás buscando una actividad complementaria que sea beneficiosa para tu hijo o hija, no sólo en este momento, sino para el resto de su vida, el yoga para niños es una de las mejores opciones. Si es bueno para nosotros, ¿porqué no para ellos?
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Excelente artículo. Sin duda el yoga para los niños es una excelente manera de ayudarles a crecer en conciencia física, mental y espiritual.
¡Muchísimas gracias Mariela! Sin duda lo es 🙂